2 ene 2012

El copago lo carga el diablo

Copago: un impuesto a la enfermedad
fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Copago/impuesto/enfermedad/elpepusoc/20110516elpepusoc_7/Tes
Resumen que se extrae de este excelente artículo (que está en liza) de Marciano Sánchez Bayle (presidente de la International Association of Health Policy y portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública):
1) La mayoría de la población no quiere el copago [que también podría llamarse, "repago" o "bipago", jejeje].
2) Que muchos de los que intentan colarnos el "copago: ese gran amigo" utilizan argumentos tales como que es para moderar el gasto sanitario, pues existe un gasto excesivo... cuando los datos (OCDE Health Data), dicen que no es así.
3) La incapacidad de algunos colectivos de asumir los gastos generados por el copago (ejemplo 1: "más del 80% de los pensionistas tiene una o varias enfermedades crónicas y su consumo de fármacos es alto (no por gusto sino por prescripción de los médicos) y que la mayoría están polimedicados". ejemplo 2: el gran número de parados existente).
4) Además, resulta que los estudios realizados sobre los efectos del copago constatan que la eficacia en la contención del gasto sanitario es "mínima o irrelevante".
5) También apunta Marciano, que muchas de las visitas al médico, son de tipo burocrático (revisiones, controles, derivaciones a especialistas, etcétera), y que estas no no se receta nada, con lo que el copago no sería efectivo para reducirlas.
6) La pregunta: ¿Los ciudadanos no tienen conciencia de coste? la responde con un fino toque de humor, que no tiene pérdida: "Detrás de este argumento hay una falacia evidente: la de que se utiliza mal y no se valora lo que es, o parece, gratis. Si esto fuera cierto, la población intentaría compulsivamente aumentar el número de respiraciones por minuto para consumir la mayor cantidad posible de aire, ya que de momento es gratis, o solo valoraría como satisfactorias las relaciones sexuales de pago y se tendría mas afecto por sus hijos si ha tenido que pagar por el parto. Todos sabemos, mal que les pese a los neoliberales, que la inmensa mayoría de la población tenemos afectos y satisfacciones sin que medie coste alguno, y yo diría más, estas son las mejores y las que más nos ennoblecen."
7) Se apunta, así mismo, que no se recaudarían demasiado por este método, pues su implantación / mantenimiento sería caro, además de implicar mayores costes a largo plazo, pues según un reciente estudio (New England Journal of Medicine 2010): "el efecto de aumentar el copago fue una disminución del número de consultas, con un resultado final de un aumento de los costes en 24.000 euros al año por cada 100 personas, de lo que parece deducirse que lo que se produjeron es menos visitas necesarias con un empeoramiento de las enfermedades que acabaron produciendo ingresos que podrían haberse evitado."
8) Para ir cerrando, me gustaría compartir lo que apuntaba la Organización Mundial de la Salud en Europa en 2003 (Social Determinants of Health: The Solid Facts, WHO Europe 2003): "hay que abolir las barreras a la asistencia medica. Cualquier tasa por pequeña que sea tiene un efecto negativo sobre la salud de los sectores socialmente mas desfavorecidos".
9) Así, remacha Marciano con este resumen: "el copago es injusto e insolidario, favorece la inequidad ya que penaliza a las personas más pobres y más enfermas y, desde luego, es incomprensible que se proponga en un momento de grave crisis económica. Nuestro sistema sanitario se basa en la solidaridad de las personas con más recursos y más sanas con las que están más enfermas y tienen peor situación económica, además de una elevada accesibilidad a los servicios. La implantación de copagos rompería estos principios y pondría en cuestión precisamente aquello que lo ha hecho universalmente apreciado."

de Rasgo

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