1 mar 2015

Lo que no sabes de IKEA

IKEA es como la Casa del Terror del Parque de Atracciones, una vez que inicias el recorrido tienes que llegar hasta el final para poder ver la luz del día. Un curioso método de exposición en el que, además de vivir una y mil aventuras, tienes que hacer más cuentas que en clase de matemáticas y lidiar con todo tipo de compañeros de compra.
Pensándolo bien, es mucho más sencillo apuntar la referencia que el nombre de sus productos. La estantería Fjälkinge, el sofá Ektorp, el grifo Ringskär, la cama Fjellse...No hay ni un solo artículo que se llame Córdoba, Ibiza o León -como en Seat-, nombres que inspiran confianza. Eso sí, sus precios y sus diseños son dos de los múltiples secretos de una cadena que arrasa allá donde va. Porque, por mucho que nos cueste reconocerlo, muchas tardes de sábado acaban con un carro amarillo y una bolsa azul.
Y si eres de los clientes habituales seguro que te conoces el recorrido mejor que el protagonista de 'Prision Break' la ruta de escapada. Eso sí, siempre te faltarán detalles que no están en sus estanterías. En Qué.es, recogemos nueve curiosidades que aún no sabes de IKEA.

de Enrique

SE IMPRIMEN MÁS CATÁLOGOS QUE BIBLIAS
Recibir el catálogo de IKEA en casa es lo mejor que le pasa a tu buzón en todo el mes. Entre tantas facturas, cartas de promoción que rompes sin abrir, alguna que otra multa de tráfico, llegas al catálogo sueco y piensas...¡Ya tengo plan para el sábado!
Para conseguir ese efecto, su equipo de marketing invierte el 70% de su presupuesto en tinta y distribución. Nadie se puede quedar sin ver su nuevo catálogo, y por eso imprimen el triple de ejemplares más que de La Biblia. Su primera edición se remonta a 1951.

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