22 may 2015

Desaparecen cinco millones de fondos europeos de un centro tecnológico valenciano

El 8 de enero de 2010, la cuenta de Aidico en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) recibe un ingreso de siete millones de euros. El dinero proviene de la subvención de los Fondos Feder y del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ese día la cuenta se cierra con 7,5 millones de euros. El 30 de abril, el dinero en la CAM es únicamente de 2,2 millones de euros. En octubre de 2010 la cuenta ya ha caído hasta los 36.000 euros. En diez meses se han dilapidado siete millones de euros de fondos públicos, cinco de ellos productos de una subvención europea.
Según los documentos a los que ha tenido acceso este diario a través de filtrala.org, el buzón de filtraciones anónimas y seguras en el que colabora La Marea junto a Diagonal y eldiario.es, –en el marco de su campaña #TiraDeLaManta sobre casos de corrupción municipal–, el propio Ministerio de Economía y Competitividad ha hecho dos requerimientos (16 de mayo de 2014 y 19 de diciembre de 2014) para que el instituto, que funciona con fondos públicos y actualmente está en suspensión de pagos, justifique esos gastos.
El Ministerio le pide que detalle de "forma pormenorizada el uso que se ha hecho de los 7.040.997 euros". Por su parte, el informe de la administración concursal en el que se encuentra Aidico señala que "el grado de ejecución del proyecto es del 55%, pese a que sólo se ha presentado justificación ante la Administración por parte de Aidico de 1.549.761,02 euros de gasto, lo que representa un grado de certificación del 30,74%". Del resto de dinero, nada se sabe.
En el año 2010 el gerente de Aidico era Ramón Congost, quien dimitió cuatro años después con el instituto ya en quiebra. Congost es actualmente cónsul honorario de Rusia en el País Valenciano. Al ser contactado por La Marea ha evitado hacer declaraciones. Quien sí ha hablado ha sido el actual gerente, Fernando Palomares, para quien este escándalo “salpica a los anteriores responsables”. Preguntado por si conoce a qué se destinaron los fondos, Palomares duda y responde: “Al pago de nóminas”. “¿Siete millones de euros en nóminas?”. “Eran otros tiempos...”, responde lacónico.
Otras fuentes consultadas por La Marea explican que este dinero, que Aidico tenía que dedicar a construir su nueva sede en Novelda, fue a parar a “otros fines más oscuros”. De hecho, la Fiscalía ya tiene sobre su mesa varias denuncias sobre la gestión de fondos públicos por parte de Aidico. Una de esas denuncias implican al antiguo alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, como beneficiario de un viaje a China.


España podría perder los fondos Feder
La gestión de Aidico tiene una ramificación mayor. Según fuentes consultadas conocedoras del caso, la falta de justificación de esos gastos podría suponer graves sanciones a España o que incluso la Unión Europea llegase a paralizar la entrega de fondos Feder al país.
La UE destinó 5.040.997 euros (sin IVA) para la “construcción de nuevas instalaciones del centro tecnológico del mármol y actividades mineras y equipamiento de mismo”, según consta en el convenio firmado el 15 de diciembre de 2009 entre el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Generalitat Valenciana y la propia Aidico. El convenio detalla de forma pormenorizada el uso que se le tendría que haber dado a la subvención, desde la estructura a las instalaciones eléctricas, el saneamiento o el mobiliario de laboratorio. Sin embargo, del centro sólo queda un esqueleto de hormigón y una empresa en quiebra.

Dinero hacia Rumania
Lo que sí hizo Aidico durante esos años fue expandirse en Rumania. Con la subvención recién cobrada, el instituto tecnológico compra una pequeña nave por 400.000 euros. Durante el año 2010 y 2011 las transferencias entre la cuenta del Banco Sabadell -donde tiene el dinero el Instituto-, y Rumanía son constantes. En un mes se transfieren más de 87.000 euros a una cuenta en el Raiffeisen Bank a nombre de 'Sc Civic Trans Construct SRT'. El 30 de abril de 2010 se transfieren 30.087 euros; el 13 de mayo de ese año, 21.607,16 euros más; y el quince días más tarde, un total de 36.375,18 euros. Las transferencias se repiten durante los siguientes meses.
Fuentes conocedoras de la operación aseguran que “con ese dinero que se gastó se podría comprar medio polígono industrial en Rumanía, estaba fuera del precio de mercado”. En 2011 el propio vicepresidente del Consell y mano derecha de Francisco Camps, Vicente Rambla, inauguraba las instalaciones. Tres años después se vendieron por 200.000 euros, aunque Aidico nunca los cobró.
Todo esto pasaba a la vista del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), que debía ejercer de vigilante, aunque toma cartas en el asunto demasiado tarde e interviene el instituto en septiembre de 2013. Mientras continúa sin aclararse dónde están los cinco millones de euros de la UE, los trabajadores que siguen en el instituto ya llevan cuatro meses sin cobrar la nómina, según aseguran ellos mismos.

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