26 jul 2017

El negocio de la guerra hace a Europa responsable de la "crisis de los refugiados"


La Europa que cierra sus puertas a los refugiados, levanta vallas para frenar la inmigración y extiende sus fronteras físicas hasta países extranjeros para controlar los flujos migratorios es la misma que contribuye a que generar esos refugiados a quienes rechaza acoger.
Es lo que refleja el informe "Armas europeas que alimentan conflictos. Conflictos de los que huyen los refugiados", elaborado por el Centro Delàs de Estudios por la Paz de Barcelona, que concluye que la venta efectiva y la autorización de venta de armamento y material militar a países en conflicto está relacionada ─si no directa, al menos indirectamente─ con el aumento de los flujos migratorios hacia zonas más seguras.
El estudio, coordinado por Jordi Calvo, afirma que los Estados de la Unión Europea han exportado armamento y material de defensa por valor de 37.000 millones de euros entre 2003 y 2014 a 63 países en situación de conflicto armado o tensión. Una venta que, en la mayoría de los casos no ha contribuido a mejorar la seguridad de esos países y en otros muchos, la ha empeorado, llevando a lo que tuvimos a bien definir en 2015 como “crisis de los refugiados”.
Europa vendió 37.000 millones de euros en armamento entre 2003 y 2014 a 63 países en situación de conflicto o tensión
En la actualidad hay 65 millones de personas que han huido de sus hogares. 41 de ellos son desplazados dentro de las fronteras de sus propios países y 21 son o tratan de obtener el estatus de refugiado en otros Estados. Son cifras del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que localiza en Siria la mayor emergencia humanitaria a la que se enfrenta actualmente, con casi cinco millones de refugiados tras seis años de guerra. Un drama que la UE, lejos de asumir alguna responsabilidad, ha confinado en Turquía previo pago de 3.000 millones de euros para que el régimen de Erdogán impida el acceso de refugiados a territorio de la UE. Pero no sólo se huye de Siria. Afganistán, con 2,7 millones de refugiados, y Somalia, con 1,1, son los siguientes países en el dramático ránking de personas que huyen por conflictos armados.
Lejos de buscar las causas y factores que fomentan este éxodo, las políticas de la UE se han centrado en el control y la vigilancia de la fronteras y, en menor medida, en la acogida de una pequeña parte de los refugiados, mientras no ha tenido problemas para autorizar la venta de armas que alimentan las guerras en estos países. Autorizaciones, en muchos casos, a países en los que era perfectamente apreciable un significativo aumento del número de refugiados y desplazados, indicador de inseguridad.
La UE autorizó la venta de armas a 63 de los 65 países de los que huye el 88%de los refugiados de todo el mundo
El informe resume en 89 los países que, entre 2003 y 2014, presentan cifras relevantes de refugiados y desplazados internos. 65 de ellos han estado en conflicto armado o tensión durante estos doce años y han generado el 88% de los refugiados de todo el mundo, es decir, más de 30,8 millones de refugiados al año como promedio.
En ese mismo periodo, los Estados de la UE han vendido armas y equipamientos a 63 de esos 65 países. En concreto, el 31% de las exportaciones de armas realizadas por países de la UE ha tenido como destino países envueltos en un conflicto armado o en tensión, lo que supone un montante de 37.000 millones de euros. Además, la UE ha autorizado la venta de material por valor de 122.000 millones de euros a estos 63 países, el 29% de todas las exportaciones.

Venta de armas que empeora la situación de inseguridad

Mapa de las exportaciones de armas europeas a países en conflicto y número de refugiados.- CENTRE DELÀS
Al mismo tiempo, Europa ha vendido armas a 30 países en conflicto permanente y en ninguno de ellos se ha reducido en nivel de inseguridad ─a juzgar por el aumento o la constancia del número de refugiados y desplazados que huyen de ellos─ sino que en algunos ha empeorado, como en Libia, Yemen, Siria, Mali, Burundi, Turquía, Pakistán, Etiopía o República Centroafricana.
Casi un tercio de los principales destinos de las armas europeas son países en conflicto o tensión, por lo que para el Centro Delàs “existe un grado de responsabilidad sino directa cuanto menos indirecta en la autorización y venta final de armamento europeo y la situación securitaria que puede provocar las condiciones para forzar la huida de sus hogares a las personas refugiadas y desplazadas porque han existido ventas de armas europeas a lugares en los que ha empeorado la seguridad”.
Para Calvo, coordinador del informe, “la existencia de refugiados y desplazados de un lugar determinado es un claro indicador de que la situación securitaria es deficiente en su país o región de origen. Este factor es uno de los criterios por los que un Estado debería rechazar una autorización o exportación de armamento, especialmente a países generadores de refugiados y desplazados”, afirma.
"Mientras continúen los conflictos en sus hogares, los refugiados seguirán sin tener otra alternativa. Y estos conflictos, en parte, persisten porque se les alimenta desde Europa con armas que acaban en países como Siria o Yemen. La relación de Europa con estas zonas en conflicto no se limita a las políticas de “asilo”, ni empieza cuando los refugiados llegan a sus costas. Empieza cuando desde las instituciones y empresas se decide invertir en el negocio de la guerra”, critica el estudio.

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